Celebrando mi cumple! |
En Lyon me esperaba la familia de mi amiga Cyrielle. Me atendieron como uno mas de la familia y celebre con ellos mi cumpleaños. Esta vez, el presupuesto austero se quedo a un lado, al fin y al cabo no siempre se cumplen treinta y cuatro años, y brindamos con vino mi aniversario.
Una de las cosas por las que me fascina viajar por carretera es poder observar el paisaje y la llegada a Lyon pasando los Alpes franceses fue una maravilla. Un lugar al que me gustaria volver con calma y visitar con profundidad. Lyon en cambio no es una ciudad que me atraiga. Es enorme, tiene tram, metro, autobuses, trolebuses... y atascos. La casa donde estaba alojado era en un pueblo llamado Chaponnay y Sebastian me llevaba en coche a una parada de metro de la ciudad para acceder al centro y visitarlo, pero esa mañana hubo un accidente. Ademas de que la carretera por la que circulabamos entraban un monton de camiones en direccion la estacion de tren (parece ser que la ciudad es el centro neuralgico de envio de mercancia a una parte de Francia).
La ciudad se divide en tres partes debido a que el rio se desvia en dos, por lo que esta la ciudad enorme con sus pisos y la vida comun de los lyonenses y lyonensas, el centro comercial con sus McDonalds y su FNAC, y la parte vieja en la que hay que subir en un funicular, o ir andando, como fue mi caso para visitar la basilica de Notre Dame y el anfiteatro romano. La catedral me sorprendio por lo bien cuidada que estaba por dentro y decorada, quizas demasiado.
Una catedral mas de las tantas que he visitado en Francia donde empiezan a parecerse mas a unas tiendas de souvenir que a un centro religioso. No solo piden limosna por las velas, que las tienen a uno y dos euros, si no que ademas tienen postales, dedales, etcetera. Un sinfin de articulos.
La salida de Lyon no podia ser de otra manera que haciendo autostop, pero esta vez me la jugue. Sali a la autovia y la policia francesa me pidio el pasaporte y me llevo en su furgon fuera de alli. No sin antes advertirme de que si lo repetia, me llevaban a comisaria y me multaban. Desde donde me dejaron la autoridad, me recogieron dos tipos de Georgia que escuchaban musica a todo trapo y me dejaron en un peaje hacia mi siguiente destino: Annecy.
Annecy, Francia |
Annecy no estaba en mis planes, pero me he encontre con varias personas que me recomendaron esta ciudad y, sin duda, ha sido de lo mejor del viaje. Una despedida de Francia por todo lo alto. No solo por el gran lago y sus montañas de fondo, si no por los canales del casco viejo, sus callejuelas y el buen clima que respira la ciudad. De aqui me iba a un pais que esperaba con muchas ganas: Suiza y de camino a Bern, vivi unas cuantas anecdotas haciendo autostop, como no podia ser de otro modo.
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