
Ébano es una de
las obras más importantes de la literatura de viajes, por lo que es
posible que no te esté descubriendo nada si eres aficionado a este
género, pero para los lectores que no se hayan acercado al autor
polaco es la mejor elección para empezar a conocerle. Kapuscinski
fue corresponsal en África en las décadas de los 60 y 70, por lo
que gracias a eso, que es a lo que me refería antes, vivió una
época plagada de golpes de estado, y a un espíritu aventurero se
recorrió el continente africano de arriba a abajo en el momento más
álgido de su historia. Es cierto que, por desgracia, a estos países
les cuesta mucho arrancar y salir de ese pozo en el que le metieron
los colonizadores y fue, precisamente, Kapuscinski testigo de ver a
los primeros países africanos en independizarse de sus dominadores.
No con buenos resultados, como explica el autor.
África es extensa y muy
interesante, a pesar de que solo nos traigan noticias malas está en
constate cambio como nos explica el autor. El continente es grande y
cualquier paso que dan, por pequeño que sea, es destacable. Cada
capítulo del libro acompañamos al autor de una punta a otra y nos
cuenta en primera persona el ritmo africano. Un ritmo muy diferente
al que vivimos en Europa y en el que hay que tener una sobredosis de
paciencia.