La ruta panamericana fue una buena excusa para viajar y conocer la
mayoría de los países del continente Americano. Tras volver de mi primer
viaje mochilero por Europa y Asia durante ocho meses, decidí saltar el
charco, pero tuve que ahorrar durante casi dos años para lograr el
objetivo. Tenía la misma esencia que en el primero, gastar poco y viajar
mucho, aunque esta vez la ruta tenía un principio y un fin. El viaje lo
empecé en Santiago de Chile y bajé a Ushuaia desde donde empecé a subir
hasta llegar al punto más al norte del continente americano, Barrow, en
Alaska. Pasé por diecinueve países de sur a norte recorriendo los
paisajes más impresionantes como el glaciar del Perito Moreno o las
cataratas de Iguazú; y aprendí de la cultura Inca en el Machu Picchu o
la maya en Guatemala y México en lugares tan mágicos como Tikal o
Palenque.
De nuevo, me embarqué en un viaje mochilero solo en el que, como siempre, hice un montón de amistades gracias al Couchsurfing, a viajeros que me encontré en el camino y a amigos que viniendo de España me acompañaron durante este periplo. Fue una experiencia inolvidable.
A la venta en Amazon.
De nuevo, me embarqué en un viaje mochilero solo en el que, como siempre, hice un montón de amistades gracias al Couchsurfing, a viajeros que me encontré en el camino y a amigos que viniendo de España me acompañaron durante este periplo. Fue una experiencia inolvidable.
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